martes, febrero 28, 2012

Homenaje a Chacho Martínez

                                                                                                                                 
Cesáreo Martínez
               CHACHO MARTÍNEZ ¡PRESENTE!
                                                                                                             Eduardo Arroyo*
                                                                                                          27 de enero de 2012

Se cumplen diez años del fallecimiento de Cesáreo “Chacho” Martínez, poeta  popular, a quien recordamos como un escritor de vanguardia en estos días aciagos en que los movimientos sociales le toman el pulso al poder buscando dar solución a los graves problemas de la sociedad mundial y nacional.
Y recordamos al vate en esta Casa Museo José Carlos Mariátegui, en cuyo “Rincón Rojo” el Amauta celebraba su tertulia diaria con amigos, intelectuales y revolucionarios a la vez que escribía con impronta heterodoxa, nada dogmática llamando a vivir la vida con heroicidad pleno de utopías y poniéndole sangre a las ideas. Cesáreo, seguidor de Mariátegui, fue un escritor consecuente con su tiempo. Asumió el  humor espiritual de los años 70 y creó belleza a través de la palabra escrita fusionándose con las masas populares con total transparencia y ética. Vivió intensamente su época y, como Mariátegui, no le regateó nada a la vida poniendo todo su corazón en la lira poética, en la narrativa y en la movilización popular. Sus “Cinco razones para comprometerse (con la huelga)” y el Manifiesto de Hora Zero son los cantos épicos de una generación.
Cesáreo Martínez nació en 1945 en Cotahuasi (Arequipa). Es, pues, andino y pobre por añadidura. A su legado raigal, se añade el humor nacional e internacional que lo marcó. Lo podemos agrupar como miembro de la generación del 68, no en el sentido biológico-temporal de Ortega y Gasset que veía aparecer generaciones cada diez o quince años sino en el sentido de Mannheim que prioriza los hechos sociales que dan vida a una agrupación humana insuflándola de nuevas utopías y nuevos modos de considerar al país. Precisamente en 1968 se dan sucesos decisivos en la escena mundial (el movimiento juvenil de Mayo en París, la matanza de Tlatelolco, el golpe militar de Velasco Alvarado en 1968 y multitud de sucesos de la década del 60 como la revolución cubana (1959); el grito del Che en Bolivia; los reformismos militares ante el llamado de Kennedy a hacer reformas antes que surgieran nuevas Cubas en América Latina; los gorilatos fascistas; los cambios en la Iglesia Católica con el concilio Vaticano II de Juan XXIII y Paulo VI; el movimiento negro, piel roja; el feminismo; las guerrillas en el Perú, los movimientos campesinos y los partidos reformistas de los 50 y 60 (AP, DC, Social Progresismo); el desarrollismo y el dependentismo. La escena general era de toque a zafarrancho, de revuelta. El mundo estaba amotinado y eso necesariamente nos marcó. 1968 define la ruptura generacional con todo el resto. Con un gobierno radical, reformista, la muchachada se preguntó sobre el país, su futuro, la vida. El reformismo irrumpió con fuerza con su grita antiimperialista y antioligárquica y el país despertó al apoyo o la oposición a las reformas. La generación hace su debut en política. Su estreno es radical, contestatario. 1968 será nuestro kindergarden político.
Es en las décadas del 60 y 70 en que se consolidan las megatendencias que ya constituyen rasgos centrales de la existencia humana en el siglo XXI: de un lado, la virtualización de la vida, el predominio de la informática y la cibernética, la vida como una organización virtual con hechos experimentados en el tiempo real; la economía-red englobando todos los rincones del planeta; el cuestionamiento de un modelo de industrialización basado en energéticos fósiles que destruyen el medio ambiente, concepción contra la que irrumpe el ecologismo; la crítica al autoritarismo patriarcal y todas sus formas de dominación y la irrupción de la visión feminista del acontecer humano.
Estas son las tendencias y acontecimientos que influyen en la formación del poeta cotahuasino.
Joven aún, llega a la capital peruana, Lima, a seguir estudios universitarios en la cuatricentenaria Universidad Nacional Mayor de San Marcos. La decana universitaria de América lo prohija en los años setenta, en su Facultad de Literatura.
Excelente pluma literaria desde siempre, no sólo escribe sino que está del lado de los movimientos populares a lo largo de los años 70, 80, 90, sea en huelgas de hambre o en movilizaciones de masas. Lo acompañan en su derrotero vital los poetas, amigos y compañeros de vida Juan Ojeda, David Motta, Ramón Aranda, Hermógenes Janampa, Ricardo Raéz, Hildebrando Pérez, Danilo Sánchez Lihon, Gregorio Martínez, Maynor Freyre, Rosina Valcárcel, Juan Cristóbal, Julio Nelson, Paco Espinoza, Alfredo Portal, entre otros. Grandes amigos, también, fueron la muchachada de la agrupación “HORA ZERO” capitaneada por Jorge Pimentel, Juan Ramírez Ruiz, Enrique Verástegui, José Carlos Rodríguez como los camaradas de “Estación Reunida” conformada por Tulio Mora, Elqui burgos, Óscar Málaga, Alfredo Pita, los hermanos Patrick y José Rosas. Toda la ciudad de Lima, sus grandes avenidas fabriles como el país son testigos de su itinerario vital, popular demostrando ética, compañerismo. El Parque Universitario se nutre de la presencia de esta juventud luchando por el cambio social,  la revolución.
Me tocó en 1989 trabajar codo a codo, escritorio a escritorio con Cesáreo en la Asociación Cultural Peruano-Soviética, yo contratado para dirigir la filmoteca de un cine de vanguardia perestroikista mientras Chacho era llamado para organizar el ciclo de lecturas de poemas y conversatorio “Reunión Elegida” que duró seis meses (mayo a octubre). Se logró convocar a 44 poetas valiosos de varias generaciones…y como es lógico, las sesiones poéticas continuaron cada jueves por la madrugada en el “Pilsen” y en los bares de la localidad.   Chacho era un bebedor de varios días seguidos, de una fuerza colosal y un genio del carajo también.
Nuestro escritor cotahuasino llegó a representar al Pen Club Perú y lo hizo del modo más original posible, sin tener nada que ver con las argollas que sin ninguna calidad literaria se autoalaban aprovechando con mala intención, alevosía y premeditación su hegemonía en algún medio periodístico. Rezago aristocrático, el escritor de argolla es lo más opuesto a la democracia, a lo que fue Chacho luchando por una democracia popular donde los de abajo pudieran expresarse. No transigió con aquellos mediocres que se esconden arribistamente detrás de alguna vaca sagrada para intentar pasar a la historia. Chacho expresa al escritor venido de abajo, del ande con un hermoso manejo de la palabra que no se arredra ante nadie y que lanza sus dardos cargados de fuerza raigal.     
Cesáreo, desde su llegada de Cotahuasi, había visto una Lima sobrepoblada con las migraciones del ande que llegan a la costa en un último recurso para sobrevivir. Fue testigo del paso de una Lima aristocrática a la Lima andinizada, de “La Flor de la canela” y “Viva el Perú y sereno” al huayno, a la música tropical-andina y hoy a la tecnocumbia. No más Ciudad Jardín, Perla del Pacífico sino la ciudad serrana más grande del Perú; del limeño de pura cepa, esa rara ave  segregacionista, ese limeño mazamorrero a la cultura chola, mestiza.
 Chacho Martínez es pues un hijo de su tiempo, venido de las canteras provincianas al igual que muchos poetas de la época llegados de fuera de Lima ( los horazerianos Jorge Pimentel de Chiclayo, Tulio Mora de Huancayo, Juan Ramírez Ruiz de Chiclayo, Jorge Nájar de Pucallpa, José Carlos Rodríguez de Iquitos, Enrique Verástegui de Cañete; los poetas mágicos como César Toro Montalvo de Chiclayo, Omar Aramayo de  Puno, Carlos Zúñiga Segura de Pampas-Tayacaja; José Luis Ayala de Puno;  insulares como el excelente Juan Ojeda, de Chimbote y  Chacho Martínez de Cotahuasi, mundos de gente brava, eximios poetas y bebedores de vocación.  Faltaba más). Por tanto conviene destacar el papel de los no limeños haciendo excelente poesía en Lima. Son los capitanes de la generación del 68. Desde fuera de Lima es además desde donde se ha hecho excelente poesía  peruana (allí la fuerza raigal del movimiento Orkopata de Puno encarnada en la colosal obra de los hermanos Churata; nuestro cholo César Vallejo, cumbre de la poesía universal). Pero es también desde Lima en la que provincianos como Washington Delgado (Cuzco, generación del 50), Arturo Corcuera de Trujillo o el piurano Marco Martos en los años 60, han vertebrado una importante obra literaria, tendencia que ha continuado en las décadas del 80 (Róger Santiváñez de Piura, Domingo de Ramos de Ica) y de los 90. Lo mismo en narrativa. Un personaje del jet set internacional y hoy Premio Nóbel de Literatura, Mario Vargas Llosa, es de Arequipa siendo muy importante la labor narrativa de literatos  provincianos pensando el Perú desde Lima, como es el caso de Miguel Gutiérrez (Piura), Edgardo Rivera Martínez (Jauja), Oscar Colchado Lucio(Chimbote) y desde mucho antes Oswaldo Reynoso, de la República de Arequipa.
Otra razón para evocar y homenajear a Chacho es que pese a que en los años 60 y 70 hubo una sobreideologización  de la vida y un mayor peso de la lógica de estructuras sobre la lógica de los actores sociales, la obra literaria de Martínez no aparece tan sobreideologizada. Hay por supuesto siempre una apuesta por una utopía popular conjuntamente con la fuerza raigal del terruño, fuerza y al mismo tiempo ternura y belleza de la palabra. No siempre está presente el carácter imprecatorio de Maiakowsky ni el panfletario de alguna poesía de los 70. Mas bien, Chacho en sus “5 razones para comprometerse (con la huelga)” deslumbra por su canto de comunión raigal con la naturaleza, su cosmogonía y su amor a la vida en la primera razón “ Dónde se habla de la naturaleza y sus criaturas” en cuya página 11 (SINCO EDITORES y P.E.N. Club del Perú, junio del 2000), nos dice :
                                     “La vida es la única realidad azul que nos cautiva.
                                Y la tierra es hermosa, blanca, cuando la vida canta
                                             en su aire puro.
                                     Todos los peces rojos y las mariposas nítidas hemos nacido
                                                 para brillar bajo este cielo”.
Argumenta tratando de convencernos con la fuerza de las razones, fundamentación que también dirige a las clases dominantes a  los que llamaba “señores del poder” (página 13):
                               “En esta comarca, señores del poder, hace siglos  que la vida
                                                  es imposible.
                                      Imposible la inocencia del viento, y en el mercado
                                               danza la pesadilla,
                                     panza la escasez omnipotente y con botas,
                                                 sencillamente siniestra
                                      como la boca de una metralleta en mi pecho”.
La segunda razón de su poemario titulada “Dónde se habla de cómo vivieron, soñaron y sueñan las gentes de este reino llamado Perú “es una bella historia generacional (páginas 15-16):
                                 “Los abuelos vivían en casa propia.
                                  Tejían el agua con el viento para vestirse
                                   y guardaban esterlinas para el asombro nuestro.
                                            ……………………………………
                                   No vivían en abundancia porque lo hacían de su trabajo
            (Nadie que se valga por sus manos comete avaricia).
                  Los abuelos
                                        eran buenos agricultores y mejores traductores de la ciencia.
                          En esta comarca difícilmente alguien se moría por descuido.     
                                   
     Los abuelos eran sobrios.
………………………….
                                 Grandes constructores de la felicidad………………
                          Los abuelos eran prácticos y soñadores como lo puede ser
                                       un hombre sin temores
                           un hombre que se pasea a la orilla del mar.
                                     ……………….
                           Nuestros padres sí que se las vieron
                                       ………………………
                          Pero nos dejaron el aire alquilado y sin fianza……..
                          y nos echaron sobre los caminos rojos de esta tierra…
                           Redondearon un destino, concluyeron sus días
                                        y esperaron a la muerte
                           casi satisfechos, digo, es un decir.
                           A nosotros se nos obliga a ir a buscarla.
                          Así se devalúan nuestras generaciones como se desgasta
                                      nuestro corazón.
                           Mientras el enemigo……
                           y devalúa la vida sin consideración”.

 En su tercera razón, Chacho recorre los caminos del Perú y nos dice (página 20):
                   “Y en todas partes, amado Perú, ví mujeres desgreñadas,
                                 con esa pena increíble
                         que sólo el Ande puede mostrar.
                                   …………………………
                        Y en todas partes, amado Perú, los chiquitines
                                 rascan el cielo
                        con la mirada seca y en el hoyo de sus pechos empolla
                                 la miseria……….
                        No queremos discursos, señores del poder, queremos evitar
                                 el suicidio de nuestros hijos.
                                            
                       Nuestro país está hecho trizas, sus mejores habitantes
                                  enloquecen de impotencia
                       mirando que la destrucción construye su morada
                                          entre nosotros.
                       Nuestro país no es un cuerpo sano sino una larga llaga
                                 que arde a las estrellas….”.

¡Cuánta actualidad hay en estos versos con lo que  ocurre ancestralmente en nuestro país!
En su cuarta razón, Cesáreo hace referencia al gran Paro Nacional del 19 de julio de 1977  (página 24):
                 “Y hubo terror en casa de los poderosos, terror en Palacio
                              y terror en las cloacas de este reino….”

En su quinta razón estimula a los compañeros  en huelga de hambre (página 25):
                                     “Canten canciones sanas, las más nutritivas.
                                 Porque el canto anima los nervios
                          en los días difíciles.
                                   ¡Nada de quebrantos!”

Finaliza diciéndonos que: “El hombre se ha declarado en huelga de hambre
                                                               para detener la matanza” (página 29).
Fuerte, lleno de odio al enemigo de clase, le dice que si no se convence con estas razones, “la historia no te juzgará, porque la historia no se ocupa de la mierda”(Postdata, página 31).
Hay en Cesáreo un profundo amor a la humanidad,  a la gente, a los pobres, al Perú y una comunión con la causa de la liberación popular.
Cesáreo hace innovaciones en el lenguaje con su “poema  coyuntural” de filiación proletaria. Diversos términos adquieren otra connotación en su poesía, vg. la noche  significa Lima, llegar a la desesperanza, a la niebla limeña; el viento es la vida, el impulso, lo nuevo.
 Chacho retrata a Lima bellamente en su poemario “El sordo cantar  de Lima” (Concytec,  marzo de 1993) con el que obtuviera el segundo puesto en Casa de las Américas, tratando el fenómeno migracional hacia la ciudad. En “Tierra de éxodo”, primer libro, prologa      ”Desde Puno en llamas
                                         hacia Arequipa o Lima
                                         descendemos a la noche”.
No es la noche de San Juan de la Cruz o Santa Teresita de Jesús, noche mística de fe, de páramo en la soledad de la fe sino el desarraigo que es Lima para el andino. Por ello nos dice que este poemario pudo haberse llamado “Poemas descarriados” ya que hace alusión a millones de peruanos que han perdido el centro de sus vidas vagando en las márgenes sin encontrar su identidad.  Es el desarraigo del andino migrante y la nueva identidad del cholo (páginas 14-15):
                                 “Ah, mis ojos que han visto nacer y crecer al halcón,
                                               …………………………………….
                                          Que han visto parras bien paradas y lagares profundos…..
                                          “Oh vientos. Nuevos y viejos vientos
                                          Murmuraciones vivas en un oído muerto”.
Toda la ternura de un padre dedicándole un poema a su hijo Manuel Agustín (página 64):
                                         “Me alegro por ti y me festejo por todos los chiquitines
                                                         de tu edad.
                                           Yo viviré sentadito ancianito para verlos a ustedes adultos
                                                      jugando a la ronda…..”
                         (Pag 71)     “La revolución es mi habitat
 Mi única manera de florecer en el siglo……………………..
                                 La aurora, mi cómplice,”
 Recorre Lima con sus textos sobre el Wamani y la carretilla,  la Plaza Unión refiriéndose a esta Babilima, haciendo alusión a la nueva Babilonia que es la actual capital del Perú y finalmente presenta a Lima como tierra de niebla a diferencia del cielo claro del ande (página 103):
                              “La gran puerta de Lima es la niebla. Sus patios y despensas
                                                son de niebla.
                                     Nacen en la niebla. Comen y se ayuntan en la niebla.
                                               Si sueñan, sus sueños son de neblina.
                                    En Lima sólo amanece o sólo anochece………………..
                                    No hay noche ni día en Lima.
                                   Entre la niebla es difícil saber quién te habla, quién te ama,
                                            quién te escupe”.
Retrata calles, plazas y bares, sedes de la poesía: El Palermo, el Chino Chino, el Wony.
Chacho es un poeta del amor. Allí su poemario “Celebraciones a Sara Botticelli” y su extraordinario poema “Magnolia” en ”El sordo cantar de Lima”. Es además un buen narrador como lo atestiguan sus numerosas crónicas periodísticas.
Su poemario póstumo “SOL DE CIEGOS”, publicado por la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle-La Cantuta en el año 2007, es un libro que data de 1972. Allí encontramos como el autor, desde muy joven, ya cultiva una bella poesía y una fina prosa poética. Cada poema va acompañado de una prosa poética en un libro que considero una de las cumbres de nuestra producción literaria por su carácter universal, humano, su alta musicalidad, su perfil de colores. “Sol de ciegos” es el sol interior que alumbra las penurias del alma. Hace alusión a una humanidad ciega, que requiere de la poesía, verdadero sol para ciegos. La realidad es caótica frente al nuevo orden que trae el poema. Es un acercamiento místico, metafísico a la humanidad, la valorización de la existencia en la palabra y de la palabra en la existencia. Metafísica total que combina todos los sentidos: ver, olfatear, sentir, gustar, tocar. Para muestra un botón (página 44):
                                               METAMORFOSIS
                                        “Robo un esquivo ave al Paraíso
                                                 Lo secuestro hasta que me libere
                                                 Laborioso, extraigo un sonido del mundo
                                                        y lo llevo conmigo
                                                hasta que me sea consanguíneo…….
                                                Mi cuerpo es una sinfonía
                                                     Una torre gótica vista desde Europa
                                                      De allí sale volando el ave”.
O en prosa poética “MIRANDO LOS CERROS” dedicado “ Para Manuel Agustín, mi hijo, quien conduce mis pasos desde el futuro
                                    “EN EL PATIO. Sí, era en el patio donde mi madre
                                     alcanzaba su más alta ternura. Ternura de mi madre.
                                     Miraba el cerro (son sus ojos), y peinándome bonito
                                     para la misa me repetía que mi padre volvería pronto.
                                     Que había subido por aquellos caminos verdes para
                                    traernos muchas cosas rojas, azules, urgentes como el
                                    agua…..”No te muevas; no me dejas sacarte la raya”……
                                   “Ya estás bien. Ahora vamos a misa a rezar para que tu
                                    padre vuelva pronto”…………
                                   Pero mi padre jamás volvió. Sólo las palabras de mi
                                   madre siguen sonando en la noche” (páginas 45-47)
 
Estas líneas que escribo son de lealtad a un amigo con quien nos bebimos toda la vida en el “Pilsen” y otros huariques de la ciudad allá por los años 89 y 90 mientras programábamos “Reunión elegida”, encuentro poético de 6 meses organizado por la entonces Asociación Cultural Peruano-Soviética.
Hombre bajito con su morral de cuero, muy europeo, sus anteojos a lo Valdelomar y su pelo eternamente peinado y mojado, secreto que siempre guardó , supe de su amistad, de su voz fuerte y ronca así como las grandes borracheras de varios días. Gran poeta, hombre  honrado, decente y digno trabajó hasta el fin de sus días.
Sé, mi estimado Cesáreo, que hubieras querido morir zapateándote un huayno en tu querido Cotahuasi, viendo sus tierras sembradas de  prosperidad y llenando tus pupilas con la limpidez de sus cielos,  el cóndor volando en las alturas, las collas cercándote,  ebrio de vida como Whitman o Thoreau, amando a Gloria tu esposa y abrazando a tu pequeño Manuel Agustín tomándote tus cervezas azules con Juan Cristóbal y Goyo Martínez en las pampas de los sueños correteando bellas andinas con tu carnal Walter Tinta. Ya en el paraíso te habrás encontrado con tu gran amigo, el poeta Juan Ojeda, experto en el mundo de las parcas y cumbre de nuestra generación.
  Un abrazo camarada. ¡ Hasta la victoria final!

* E-mail: eduardoarroyo29@gmail.com                                                                                                                                                                                                                                                                           

jueves, febrero 16, 2012

HUMBERTO PINEDO SUBVIERTE LA POESIA


Leoncio Luque
POR LEONCIO LUQUE CCOTA

Escribir sobre los poemas concretos de Humberto Pinedo Mendoza es ingresar a un mundo comprometido  con los  sufrimientos ,tristezas, injusticias ,pobrezas y explotación. Por eso sus irreverentes versos se convierten en rebeldias,confrontación y en justicia social .Esta situación la encontramos en sus libros” Convulsión” “y Avizor” que son mucho màs directos en su enfoque critico de la realidad y con un estilo muy peculiar en donde sus versos  gritan con mayor sensibilidad los graves problemas que vivimos y que no se resuelven desde hace muchos siglos.

Bertold Brecht nos recomendaba a los creadores que cuando nuestros hijos crezcan y nos pregunten que hicimos por la justicia social de los demás “.Le responderemos que estuvimos preocupados por nuestras angustias econòmicas, por nuestras parejas.O que terminamos escribiendo en forma alambicada ,evasiva,preciosista,purista o imitando a otros poetas”Pinedo sintetiza sus poemas con  las palabras necesarias para golpear mejor a los humanos inconcientes .Por eso usa mucho los verbos,los sustantivos y los adjetivos.Es decir busca la palabra precisa que tiene fuerza y belleza
.
Humberto Pinedo es uno de esos ”poetas concretos”  que se identifica con los màs necesitados y que nos muestra ese desgarro existencial de todos nosotros, es decir su” “Leit motiv  poètico “diario son nuestras vidas.Es directo porque sus experiencias  son también las nuestras como  el poema “”Parque Universitario”  nos acusa por haber dejado tanto niño abandonado,.O  cuando escribe el verso “Pelota de cabeza” nos critica por ser cómplices de tanta estupidizaciòn de la población por un partido de fútbol
.
Pero en donde  se descubre con mayor énfasis la injusticia es cuando escribe su libro “Convulsión “donde se encuentran los problemas existenciales y desgarrantes que vivimos los peruanos en  la época de la subversión entre 1980 hasta el 2000.Es decir como sufrimos esta encarnizada guerra entre peruanos  y que dio como resultado 67 mil muertos.Entendemos que  la funciòn  de la  poesia  es desentrañar,despercudir,y mostrar las verdades y misterios de nuestras vidas.(Albert Camus)

SE REBELA

En “Convulsión” Humberto Pinedo nos presenta una situación muy tremendista y nos conmina abiertamente./ De que hago politica con mis versos es cierto .De que no me evado de la realidad tambièn/ . Este libro lo publicó en 1986 en plena época del terrorismo   en el Perù y nos transmite esas quejas reales por la tragedia que vivimos como las suspensión de las garantías ,toque de queda, muertes, dolor, abandono
.
Hay muchos críticos que sostienen que cuando se escriben poemas sociales te conviertes en un panfletario, chauvinista, patriotero y que no haces poesía, Entonces Pablo Neruda cuando escribió su  libro” Contra el Nixonicidio”,Alejandro Romualdo cuando lo hace con “El Canto Coral a Tupac Amaru, Mario Florian cuando trata de  los campesinos y maestros y Leoncio Bueno que se rebela contra la discriminación   no son buenos poetas Se puede ser poeta social y ser  buen creador cuando se hace con calidad artística

Por ejemplo en el poema “ La vida no vale nada”Humberto Pinedo nos dice/Increíble asesinan seres y se ufanan de  muertes enemigas,/y termina este poema con/increíble Humberto tus poemas sangrados de pavor se rebelan al sentirse incapaz de cambiar el rumbo justo de la historia/Como vemos sus poemas  son testimoniales de cómo los peruanos iban cayendo en el conflicto interno.Por ejemplo en el verso ”¡Paz con hambre no ¡“nos aclara /Mientras duermes cansado pierden fuerzas tus hijos/ criminal orfandad
que parásitos vulgares te imponen/Es decir nos muestra la lucha fraticida y la explotación entre nosotros .Mario Benedetti también nos regalaba  estos tipos de  versos sociales
.
De la mima forma encontramos en” Pleno toque de queda “y nos dice/ Vivir corriendo prendido del suicidio. Y pensar que salíamos a la calle y no estábamos seguros si  regresábamos a casa”O golpes de timón”/ Y cuantos hombres morirán creyendo encontrar un destino en las minas, tugurios y campos sangrados de explotación .Este tipo de testimonios lo encontramos también en Leoncio Bueno en” Rebuzno Propio” o en Mario Florián cuando nos habla de los maestros y los campesinos

La mayoria de estos versos son reales y pueden darse en cualquier país pobre del mundo como el poema “Maestro de pueblo joven,”/Enseñar niños que padecen de aulas sin trechos ni pisos llenos de arena sin carpetas donde aprendan a leer .Como diría Humberto acaso  no es cierto  que estos versos  crudos   también se dan en nuestras vidas   y  en nuestra  realidad. Por ejemplo” Pequeños Burgueses” /Los que destruyen a los hombres con bajezas./este poema nos  expresa con dolor y justicia plena la època de la subversión y nos enseña que los poemas pueden   ser  una  efectiva arma de lucha  para  hacer tomar conciencia a la gente

En ese mismo  estilo de subvertir el orden buscando la igualdad se encuentra el verso “Supervivencia”/ Que tu padre arranca a la tierra su futuro envuelto con desafios,/ El poema “Los sirvientes,”  nos reclama/el torpe que desprecia la pureza al soñador golpeado por el tiempo y el infeliz que arrodilla su destino,/como el poema “Dolor de un hombre sensible”,ya me hartè de soportar torpes sin corazòn honesto, Todos estos versos desgarrantes  son  la vida misma como nos decia Cèsar Toro Montalvo en la introducciòn a “Topus” en 1975.Se preocupa del submundo,de los canillitas ,de los suicidas,de los marginados,de los explotados y de sus angustias existenciales   sartreanamente o beckeanamente pero absurda a la vez.

Como podemos apreciar que la actitud de subvertir el orden literario buscando justicia en el hombre también  se instala   con  un  estilo muy   propio  en la literatura  del autor y que nos ayuda  a  pensar mejor la vida y  termina con un poema “Algunas Compañías”/.Hay mujeres que hablan y despues piensan/  y que es muy  realista a pesar de lo hipócrita sociedad limeña .Mazzoti al comentar” Convulsión” decía que en los versos  de Humberto nos muestra todo el drama que vivimos  en nuestra patria y que los creadores deberían ser la memoria de lo que sucedió para que no  vuelva a repetirse esa tràgedia Aqui entregamos dos poemas concretos de Humberto para demostrar su grado de compromiso social



LA VIDA NO VALE NADA
Increible ,asesinan seres y se ufanan de muertes enemigas
ruines verdugos que aumentan làgrimas de huérfanos dolidos
Increible ,se pudren campesinos en pozos de olvido animal
canallas ignoran tragedia acaparando poder con desprecio.
Increible ,con uniforme o sin èl los peruanos van cayendo
fieras encallecidas  por rencores eternos aumentan parias
Increible , pueblo y gobierno se enfrentan en suicida lucha
y entierran a sus héroes que perdieron en batallas ciegas
Increible Humberto, tus poemas sangrados de pavor se rebelan
al sentirse incapaz de cambiar el rumbo justo de la historia

                                   PAZ CON HAMBRE ¡NO¡

Mientras duermes cansado pierden fuerzas tus hijos
criminal orfandad que parasitos vulgares les imponen
Destruyen tu conciencia y marginan sueños preciados
poblando envidias con malvados insultos que castigan
Mientras cerebros destruyen pàtean ferrea voluntad
hombres perversos con rufianes de turno los hunden
Reñida bajeza de pobres diablos ofenden tu corazòn
nefasta compañía viles parias te entregan ayuda
Mientras mandones y pudientes contemplan su dominio
el pan nuestro de cada dia no comen olvidadas almas
Dolidos seres que huyen frustrados ante su destino
y  se recogen violentos ante un Dios sordo y huidizo
Mientras aumentan humildes otros explotan pulmones

miércoles, febrero 08, 2012

Cartas desde el exilio. Recuperando el ayer

 

Siempre he creído que todo poeta es un exiliado, un paria agreste que lucha diariamente con el maldito sistema que lo obliga o pretende obligar a salir de su quehacer escribano para envolverlo en su tentáculo alienante, inmisericorde, estúpido, y así lanzarlo a su juego de naipes donde uno siempre pierde.
He leído con mucha emoción el poemario de mi buen amigo Leoncio Luque Ccota, Exilio interior y otros poemas devastados, poemario digno de ser leído no solo por placer poético —aunque bien cumple ese rol— sino por el alto contenido antropológico, social y hasta político que en él se desenvuelve, pues no solo toca la realidad del peruano migrante, sino la relación con sus semejantes y su actuar ante la sociedad. Este poemario, creo yo, debe ser lectura obligatoria de todos los que hemos venido al monstruo capitalino a buscar un “progreso”, y no me refiero a la persona que camina de un lugar a otro, sino al que ha nacido también en esta Lima antropófaga, pero que sus raíces están cimentadas en alguna provincia de esta nación. Aunque muchos alienados se consideren limeños por haber nacido aquí, en realidad no lo son porque el nacimiento es solo un accidente geográfico, pues las raíces están en otra parte y solo fueron trasplantados de jardín. En consecuencia, no se es limeño por el hecho de nacer en esta tierra.
Exilio interior merece ser leído desde un contexto marginal, desde el extremo de la ciudad; este poemario tendrá eco en quien al leerlo se identifique con la realidad que en ella se desarrolla, yo lo he leído tres veces y la última vez lo leí desde otro ámbito, estuve en un autobús desde el centro de Lima hasta Villa El Salvador, y en el camino el buen conductor, como confabulando a mi lectura, colocó música popular, adecuada para todo provinciano que añora o recuerda sus raíces, era música chicha a un volumen considerable donde muchas personas movían los labios repitiendo las canciones que el repertorio ofrecía. Fue ahí donde empecé a leer, nuevamente, el poemario, y fue una experiencia formidable. El compás musical, la realidad del texto, mi experiencia personal, hicieron que experimentara los poemas de manera diferente, existencial, poético, desde el yo del autor. Me apropié de los poemas tanto que sentí la historia de los migrantes como la mía —en verdad lo es— y como la de todos los que estaban viajando conmigo.
El poemario arranca su travesía, a manera de tour, describiendo la realidad del poeta, vive en Pamplona: la de San Juan de Miraflores, la del cerro y sus migrantes, la popular, la de culturas mezcladas, la del pueblo, la de las fiestas provincianas, la del pie del cielo. Está dividido en tres partes, con poemas que van desvistiendo de a poco la travesías de la gente que se cimenta en una tierra y donde decide “plantarse” y hacer suyo el lugar sin olvidar nunca sus costumbres. En esta travesía el poeta camina junto a Casandra —me trae a colación la aventura de Dante y Beatriz— y juntos van describiendo desde el ser del poeta hasta la realidad de las personas.
La humanidad / busca su identidad en la guerra / mientras nosotros en recuerdos, le dice el poeta a su guía, pues añora la tierra dejada atrás, la fuente misma de su pensamiento y su ser, invitándonos a pensar en el tema central de muchos: el ansia de la tierra.
El poemario va a lo largo de su “aventura” entonando las realidades de Pamplona, describiendo cómo fue antes de estar poblada, e incluso describe cómo la humanidad en su afán de avanzar desgasta y expulsa a otros seres de su hábitat, pues el poeta nos menciona que antes había lagartijas en ese desierto, y que ahora son las personas quienes han ocupado su espacio. Los años que ya no conozco en mi memoria / desaparecen como / lagartijas entre la arena / junto al cementerio / donde busco mis raíces.
En este poemario, Luque nos invita a no dejar atrás la memoria histórica, pues muchos solo viven pensando en el futuro dejando al olvido lo que vivieron o tuvieron que vivir sus padres para que puedan estar en un lugar cómodo, donde pueden recoger sueños / de café, cigarro & emoliente. Hay que ensalzar que este poemario es ganador de un Horacio, premio importante en la poesía peruana, y que reconoce en Leoncio su vena poética y lo ratifica como una voz importante en la poesía peruana, pues sus poemas son escritos desde sus labios carcomidos de amor / que nos obsequia el tiempo.

FUENTE: http://www.letralia.com/260/articulo06.htm

El gremio machete

El gremio de escritores peruanos debe parecerle a Gastón Acurio la cosa más rara que existe. Un espacio de colegas en el que casi nadie habla bien de nadie. Basta hojear la web. Gustavo Faverón, el mejor crítico que tenemos, nunca dirá nada positivo de Gustavo Rodríguez (finalista del Herralde); de hecho, suele llamarlo “mediocre”. Faverón tampoco daría el menor aplauso a Beto Ortiz, uno de los mejores cronistas y columnistas peruanos. Ortiz, por su parte, llama NN a Faverón y jamás hablará bien de Jaime Bayly, a pesar de que solía admirar sus primeras novelas. Bayly no elogiaría a Iván Thays ni en el peor huracán. Fernando Ampuero no hablará bien de Oswaldo Reynoso, ni viceversa, a pesar de que las obras de ambos estimulan como pocas la imaginación de miles de adolescentes. César Gutiérrez nunca dirá algo bueno de Santiago Roncagliolo, porque, pucha, Roncagliolo vende demasiados libros y hablar bien de él no va.
Todo esto debe parecerle extrañísimo a Gastón, que seguro visualiza a los escritores peruanos como un anónimo tumulto caminando hacia el abismo. Porque puede que Gastón no sepa de literatura, pero sabe de tendencias, de mercados, de cómo va el mundo. Y el mundo, particularmente el Perú, es un lugar donde la gente lee cada vez menos.
Para crecer en serio, Gastón canceló ciertas subjetividades. Es obvio que él no cree que toda la culinaria peruana es fantástica ni todos los chefs, brillantes. Pero ha fomentado la idea de que un cocinero no puede decir públicamente que un colega es mediocre: eso no construye. Basta que un chef tenga cierta combinación feliz en su propuesta,para decirle a la gente que vaya a probarlo. Algunos le llaman generosidad. Otros, cálculo.
Quizás a quienes escribimos nos falta algo de eso. Quizás no entendemos que estamos en tiempos de crisis. Y que celebrar a otro escritor, olvidando un rato sus defectos, envía vibraciones positivas a los posibles lectores. Esos que se nos escapan mientras lanzamos petardos de mala leche.

Fuente:
http://www.larepublica.pe/columnistas/corazon-combi/el-gremio-machete-08-02-2012
Columnista:http://www.larepublica.pe/columnistas/corazon-combi
Autor: Juan Manuel Robles